Tambero
Hundido en el silencio
del rosado amanecer,
recortada su figura inconfundible,
la de un viejo y sufrido tambero,
manos cargadas
de arrugas sensibles.
¿Cuántos tempranos albores
de fatigados estivales
testimoniaron calladamente
tu andar?
¿Cuántos fríos carcomieron tu piel
como el frío acero de un puñal?
Hundidas en el silencio
del amanecer,
hay cientos de historias
apiladas de sudores,
sacudidas por helados temblores,
en la memoria de aquel tambero
viejo trabajador.
(poema d e Stella Maris Taboro)
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